Reflexología se refiere al masaje en los pies para diagnosticar y curar enfermedades. Sus orígenes modernos se remontan a la década de 1930. En aquel tiempo, Eunice Ingham (1889-1974) mezcló los principios de la navaja de Ockham con las enseñanzas del Dr. William Fitzgerald. Estas últimas fueron publicadas en la obra Zone Therapy (1917), que dieron como resultado la disciplina actual. A diferencia de Fitzgerald, Ingham eliminó todas las 10 zonas de energía excepto la correspondiente a los pies.
Esta técnica se basa en la creencia de que cada parte del pie es un reflejo de una zona del cuerpo. Por ejemplo, el dedo gordo del pie funciona a modo de espejo en la cabeza. Así como los mapas de la iridología, el pie derecho corresponde a la parte derecha del cuerpo y el izquierdo al otro lado. Por este motivo, los practicantes de la rama se consideran profesionales de la salud holística y no podólogos.
En esta línea, el tratamiento también se utiliza como terapia complementaria junto a otros procedimientos médicos. La reflexología funciona, sin lugar a dudas, como añadidura a la atención estándar de los doctores de cabecera o especialistas. Por ende, la terapia reflexológica no debe considerarse como remplazo para la atención con un experto en salud.
Sus beneficios y ventajas son muchos. El principal es la disminución del estrés. Esto se debe a que las manos y los pies son instrumentales en el establecimiento de los niveles de tensión de todo el cuerpo. De tal forma, pueden interrumpir las señales de las preocupaciones, además de restaurar el equilibrio y la homeostasis en el cuerpo.
Para los reflexólogos, con la estimulación de ciertos puntos se puede curar una variedad de males y dolores. Argumentan que calman migrañas y alivian la sinusitis. Restablece la armonía tras desequilibrios hormonales, resuelve los trastornos digestivos y los problemas respiratorios. Si usted tiene alguna molestia en la espalda y le aplican un masaje en el sitio correcto, puede apaciguar la dolencia. Asimismo, puede ayudarle en algunas otras circunstancias:
- Dificultades para relajarse.
- Problemas el flujo sanguíneo.
- Inconvenientes con el colesterol, la presión arterial y las lecturas de electroencefalogramas o electrocardiogramas.
- Recuperaciones postoperatorias.
- Tratamientos de cáncer, hemodiálisis y síndrome del miembro fantasma.
- Ansiedad, estrés postraumático y depresión.
- Facilitación del parto y su recuperación posterior.
Existen muchas variedades distintas: zone therapy, vacuflex y vita flex. Una importante de destacar es la terapia de polaridad, una variante de la reflexología que remplaza la oposición yin y yang con las cargas de energía positiva o negativa de los lados del cuerpo.
De igual manera, algunos podólogos también son reflexólogos, pese a que no existe una relación directa entre ambas disciplinas. Asimismo, suele combinársela con otras terapias como la acupresión, shiatsu, yoga y taichí.
Las sesiones de reflexología suelen durar entre 30 minutos y una hora. El reflexólogo utilizará las técnicas de estiramiento, presión y movimiento para trabajar metódicamente en todo el pie. Solo debe visitar personal capacitado y con experiencia ya que la presión excesiva puede ser perjudicial e incluso provocar lesiones. Por ende, comuníquese con su reflexólogo e indíquele si sufre de dolor durante el procedimiento.
Si desea experimentar en primera persona los beneficios de esta técnica, el hotel Vista Las Islas se la ofrece de modo complementario. Este alojamiento tiene una clasificación de cuatro estrellas, con vista al bar y una amplia gama de comodidades. Debido a su localización en las costas del sur de la península de Nicoya, goza de vistas panorámicas inigualables, acceso a la playa y actividades varias.
Por: Andrés Figueroa Vásquez.
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